Dialogar entre el recaudo y el impulso . Arrojar todas las palabras y darle vuelo. Humanizarse reemplazando el azote por el diálogo. Disfrutar de lo que nos diferencia con la especie que nos antecede. Buscarle un sentido a la vida...
Hay algo de cierto en eso y no es casualidad. La causa está predispuesta a ser descubierta por ustedes si tienen ganas.
Este es uno mas de un montón que vendrán y algo más que un simple librillo de diálogos. Es la impresión del absurdo hecho palabra. Es la forma que comunica y acerca. Es la manera que expongo y viceversa.
“Diálogos II” no aspira a un primer puesto, ni intenta sobresalir por sobre, y valga la redundancia, lo que fue “Diálogos I”. No compite porque no cree en ello, lo asegura su creador. Ni pretende delegar en el lector la responsabilidad de algún tipo de comparación, respondiendo que él tampoco la ejerce. Tan sólo es una parte más de un cuerpo que va tomando forma, quizás para dejar de ser idea y convertirse en algo tangible y al alcance de quien lo desee.
Libro de “Diálogos II” termina de concretarse ante la mirada del Otro. Ante la lectura que inyecta de vida a esto, que intenta plasmarse en sangre y tinta.
-¿No ves algo claro en todo esto?
-Sí, por supuesto.
-Arrójalo entonces!
-Ya no alcanza ser humano.
DIALOGO I
-Se escupe en el bidé,
luego se analiza el botiquín
y más luego se toman las huellas
del banitori.
-¿Los pasos son en ese orden, profesor?
-Puede ser aleatorio, según
las circunstancias.
-¿De qué depende?
-Por ejemplo:
Si la víctima se hallaba sobre
el piso con una sonrisa
se comienza por el botiquín.
Luego siguen las huellas del banitori
y por último, se escupe en el bidé.
Ahora, si la víctima se encontraba
sobre el piso con un rostro triste,
se comienza por el banitori,
se escupe en el bidé,
y por finalizado:
el botiquín.
-¿En qué varía el método y por qué?
-Pues la sonrisa es síntoma
de una buena muerte,
y en tal caso no hay otra posibilidad
más certera que la de indagar
en el botiquín que tantas drogas guardaba.
Y continuado a eso,
por lógica pura,
se toman las huellas del banitori
en la cual sus dedos apretaron
para no caer bruscamente.
Ahora:
caso contrario es la muerte triste
que por deducción y experiencia,
(y mis años en esto lo avalan)
sería imposible comenzar
por un banitori
que no tiene huellas,
debido al escaso contenido químico
del botiquín.
Y que esto quede claro:
si la muerte es triste,
el botiquín no es el responsable
(más allá de su contenido).
-Profesor, en los pasos que detalló
no habló de escupir el bidé.
No es muy claro.
-Querido, el bidé lo escupe
si se le antoja,
lo mío es cuestión de cábala
y no hace la diferencia.
DIALOGO II
-La puerta se abrió
y ahí estaba él.
-¿Y qué hiciste?
-Me vestí y le dije que
tratara de no mirar.
DIALOGO III
-No sabés lo importante
que es para mi este momento.
-Me imagino.
-No, no te das una idea.
-Sí, claro que si.
-No, en serio.
-Yo no bromeo.
-Es que jamás podrías imaginarlo.
-¿Cómo estás tan segura?
-No quiero volver a verte más.
-¿Cómo?
-Si, lo que escuchaste.
-Jamás lo hubiese imaginado.
-Estaba segura.
DIALOGO IV
-¿Me concedes esta pieza?
Deseo mostrar mis habilidades
en esto de bailar tango.
-Por supuesto,
es un honor para mí
que tus habilidades
besen mis ineptitudes.
-No hables así,
me han contado que bailas muy bien.
-No es cierto;
yo sólo soy una simple
productora de seguros
que recién se inicia en esto.
-Vamos por buen camino entonces.
-¿Por qué lo dices?
-Seguro producirás buenos avances
y podrás seguirme rápidamente.
-¿Estás seguro?
-No, pero me aseguro de que me creas.
DIALOGO V
-Papá: ¿es cierto que en tu vida hay una mujer
que no es mamá,
con la cual tienes relaciones sexuales
y compartes momentos de placer?
-¿Quién te ha dicho esa tontería?
-Papá: ¿es cierto que esta mujer se llama Elvira
y vive del otro lado del Capitolio?
-No digas barbaridades.
-Papá: ¿es cierto que pronto vivirás con ella?
-¡Basta!
He dicho que no uses tus facultades
paranormales con nosotros.
Vete a tu cuarto y ejercita los teoremas
para el examen de mañana!
Maldito niño que andas inventando
a través de esas visiones extrasensoriales
que confunden todo y arruinan el día
a cualquiera.
-Papá...
-A tu cuarto he dicho.
-Papá...
-¿No comprendes?
-Papá...
-¿Qué diablos quieres?
-Esta mujer está en la cocina con mamá.
¿Quieres que adivine cómo sigue esto?
-A tu cuarto, mierda!!!
DIALOGO VI
-Dícese del acordeón que suena
en los ocultos bosques del Trepén.
-Otra pista.
-Mantiene su música ante el paso
de los años.
-Otra.
-Hipnotiza e increpa desconsoladamente
sin apuros.
-Me rindo.
DIALOGO VII
-¿Quién es?
-Yo.
-Yo, ¿quien?
-Yo.
-Pasá.
DIALOGO VIII
-Dos pasajes a Arrecifes.
-¿Ida y vuelta?
-Sólo ida.
-¿Ventanilla o pasillo?
-Pasillo.
-¿Adelante , medio o atrás?
-Atrás.
-¿Qué música desea escuchar en su asiento?
-Vivaldi, en lo posible.
-¿Desea alguna película en especial?
-Si, quisiera ver...
-Tome, aquí esta el listado de la empresa.
-Oh, gracias!!!
-No hay de qué.
-A ver...
Ya está, quisiera ésta de nombre largo.
-De acuerdo.
¿Quiere ser alimentado?
-Si.
-¿Me permite su documento?
-¿A qué se debe esta nueva norma?
-La empresa necesita registrar
a todo aquel que viaje con nosotros.
Es por seguridad, ¿usted me entiende?.
-No demasiado, pero no hay ningún problema.
-¿Está claro entonces?
-Como el agua señorita.
-¿Me permite su documento?
-No. Suspenda el pedido.
-Pero...
-Nada señorita, no soy un tipo seguro
y no quisiera comprometerme en algo tan estúpido
como esto.
DIALOGO IX
-¿Qué día es hoy?
-Hoy es el día de los muertos.
-Feliz día!
-Lástima que no puedo decirte lo mismo.
-Ten paciencia mi amor.
DIALOGO X.
-Si llego a cruzar el alambrado,
te mato.
-Y si yo lo llego a cruzar, te descuartizo.
-Ah, ¿si?
¿Vos y cuántos más?
-Yo sólo, gil.
-Vení.
-Vení vos.
-Cagón.
-¿Yo cagón?
Mirá quién habla.
-¿Quién?
-Un mediocre.
-¿Yo mediocre?
¿De dónde sacó eso usted?
-De algún lugar en donde las palabras
nacen con fuerza y lo inefable carece de
relevancia.
-¡Qué fino!
-Así debe ser ¿o no?
-Si así lo desea...
-En realidad te cagaria a patadas.
-Yo también.
-Pero no soporto la mediocridad
con la que se mata la gente acá.
-Quizás por la falta de lectura.
-Puede ser;
me desespera lo vulgar que es la muerte aquí.
-Ah si , a mi también.
Si hay que morir, que sea con cultura.
-Y si...
-Tomá este librazo, hijo de puta.
-Te voy a matar.
-¿Vos y cuántos más?
-Yo solo.
DIALOGO XI
-En la estancia de los caballos
me fui desnudando y de tanta espera
me resfrié.
-Pero... ¿no le comentaste de tu vulnerabilidad
para con la gripe?
-Sí, pero poco le importó.
-¡Qué egoísta!
-No le digas así.
-Es que siempre te hace lo mismo.
-Sí, pero luego lo compone y se entrega
de lleno.
-¡Qué poco exigente que sos!
-Puede ser.
-Tendrías que ser más duro con ella.
-Es imposible, jamás podría maltratarla
y mucho menos dejar de observarla.
-Es injusto.
-¿Injusto?
-Sí, es injusto.
-Pero... ¿qué es justo en este mundo?
-¿Y si probás con esperarla un poco más abrigado?
Digo, quizás puedas evitar esos resfríos malditos.
-Imposible.
-¿Porqué?
-La noche no se espera con ropas.
DIALOGO XII
-Respire hondo y diga: 33
-Treinta y tres.
-No, diga 33.
-Treinta y tres, doctor.
-Diga 33 le he dicho.
-Treinta y tres estoy diciendo.
-Creo que no me entiende.
-Sí doctor, treinta y tres.
-Pero que testaruda, diga 33 carajo!!!
-Doctor, ¿me está cargando?
-No señorita, diga 33.
-Pero... ¿usted está loco?
-No, mujer!!!
Diga 33.
-Treinta y tres, treinta y tres!!!
-No,no,no!!!
33 le digo.
-Pero usted está pirado!!!
-Maldita sea, no entiende
33 le he dicho.
-Treinta y tres y basta.
-¡Pero qué cabeza dura!
DIALOGO XIII
-Mirá, es Superman!
-No, es Batman!
-No, es la Mujer Maravilla!
-No, es Maradona!
-No, Gardel!
-No! Es un avión...
DIALOGO XIV
-Hablemos claro... ¿de qué se trata?
-No es nada fácil exponer así de simple
todo un tema tan irresistible como lo es éste.
-¿En qué andás?
-Nada, nada de diálogo hoy.
DIALOGO XV
-Un talle más sería conveniente.
-No lo creo.
-¿Me permitiría elegir a mí?
-Con todo gusto, pero acepte mi consejo.
-Lo acepto, pero...
-Por favor, téngame confianza.
-De acuerdo.
¿Qué talle quiere elegir?
-Deme un número más chico.
-Aquí tiene: éste le va a quedar muy pero muy bien.
-Gracias.
-No hay de qué, estoy para servirle
sus órdenes!!!
-Es un placer ser atendido por usted.
-Es un placer no hacerle caso.
-El placer es mío.
DIALOGO XVI
-Después de tres series de pecho es
muy pero muy conveniente un buen golpe
en la cabeza.
-¿Con corte o sólo hinchazón?
-No!!! con corte.
La sangre es necesaria que salga para tal proceso.
-De acuerdo, sólo basta un voluntario.
-Eso es lo de menos.
-¿Por qué?
-Hay varios que se postulan a romperte.
-Entonces empecemos.
DIALOGO XVII
-¿Qué es la inteligencia?
-Llenar un vaso sin que sobrepase.
-Atarte los zapatos y que dure
toda la noche.
-Vomitar justo en el balde.
-Guardar todas las boletas de las compras.
-Tomar tres litros de agua por día.
-No votar a Menem.
-Usar crema para el sol.
-No ahorrar dinero jamás.
-Saber qué baldosa pisar cuando ha llovido.
-Darle pan dulce a la gente que lo desea.
-Según Favio: “respetar a los Peronistas”.
-Según Lucho: “con Perón todo bien, pero no hay que respetarlo”.
-Según Mariano: “no me acuerdo”.
-¿Vos querés ser inteligente?
“Andáte de argentina”,
dice Favio.
-Según Fernando: “quédate, pero hazte cargo”
-¿Qué es la inteligencia?
-Irse a dormir justo a tiempo.
DIALOGO XVIII
-Ando corto de dinero.
-¿No podés?
-Claro que no.
-¿A qué se debe?
-A todo el mundo.
DIALOGO XIX
-Compré tres libros bastantes interesantes.
-¿Qué títulos?
-“El vampiro las prefiere con mucha sangre”.
“Chupar sangre en época de crisis”.
“Sangre, el trago perfecto”.
-¡Qué simbólica la compra!
-Sí, tiene mucho que ver con esto de ser vampiro.
-Luego de esta noche, tendrás que prestármelos.
-Por supuesto mi amor.
DIALOGO XX
-Todavía no me decido.
-Yo le recomiendo la lámpara del genio.
-Es que la alfombra voladora me seduce también.
-¿No hay posibilidad de llevar las dos cosas?
-Imposible, sólo dispongo dinero para una sola compra.
-¿Por qué no hace algo?... ¿Puedo darle un consejo?
-Sí.
-Lleve la lámpara y cuando la frote
le dice al genio que le conceda el deseo
de tener una alfombra voladora.
-Ésa es muy buena idea.
-¿Entonces?
-Deme la lámpara.
-Tome señor, es suya.
-Gracias por ser tan sincero.
-No tiene nada que agradecer;
aquí señor, lo que importa es que
el cliente vuelva volando.
DIALOGO XXI
-Es un hermoso dúplex de tres ambientes
con dos baños y muy luminoso.
-¿Tiene ventana con vista al mar?
-Sí señor.
-Lo compro.
DIALOGO XXII
-Señora... tendrá un parto por cesárea.
-Cuanto menos marca quede mejor, doctor.
-No se haga problema, trataremos de
no cortar mucho.
-En lo posible horizontal.
-Trataremos.
-¿Doctor?
-¿Si?
-Se va a llamar Ernesto.
-Muy lindo nombre.
¿Como el “Che”?
-Sí, y ojalá sea fuerte.
-Le aseguro que si sale a la madre
lo será.
-Espero que saque la fuerza del padre.
-¿Por qué lo dice?
-Él sí tenía fuerza.
-Entonces que así sea.
Voy a comenzar.
-Comience doctor, lo estoy esperando.
-Aquí va.
-¿Duele doctor?
-Depende de lo que entienda por dolor.
-Comprendo.
[El corte del bisturí fue perfecto,
al igual que el bebé y el nacimiento.
Ernesto creció en paz y fue realmente
un hombre muy fuerte como su padre.
Vivió en casa de su madre hasta los 18 años.
Luego emprendió un viaje por el exterior,
con el fin de buscar información de su padre.
Volvió a los 22 años de edad y puedo asegurar
que la poca información que trajo consigo
no sirvió de mucho. Pero él fue feliz.
Dedicó gran parte de su vida a liberar ballenas
atracadas en las costas del Pacífico y escribir
el diario íntimo de sus vivencias, hasta el día
que la muerte se le apareció a la salida
de una taberna. Un robo bastante extraño
y jamás resuelto le produjo una herida
de puñal en su abdomen. Una herida mortal
en forma horizontal lo durmió para siempre]
DIALOGO XXIII
-Eso fue una estafa de las más grandes.
-Eso creo.
-Pero...¿ no hiciste nada?
-Ya era demasiado tarde.
-Pero, aunque sea una denuncia.
-¿Denunciar a un colega?
Eso sería una traición de las más grandes.
DIALOGO XXIV
-Hola.
-¿Si?
-¿Cómo estás?
-En este instante, sumamente ocupada.
-¡Qué lástima!
-Si.
-¿Te llamo en otro momento?
-Sería mejor.
-¿Quizás en otra vida?
-¡No exageres!
-No, para nada.
-¿Siempre sos así?-Sólo cuando debo compartir.
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