Ganas
Ven, te convido un dulce.
Salta no tengas miedos
Arrójate de tu viejo edificio
Arrugado de mil pisos
Al techo del nuevo.
Afloja con tu viejo paradigma
Te tiene atado.
Veni te convido un dulce.
Un dulce pasaje
De tu copa de pino
A las ganas.
Te tiene atado.
No te asustes
Entre base y base
No hay vacío
Solo crisis.
No susurres desconcierto
Grítalo.
No compres snobismos
Alquila el bote
Al paraíso de lo real.
Veni te convido un sorbo
Del puente que te lleva
Al sueño de lo opuesto.
Del puente que une.
Alma solitaria.
Sin olor a ruido de copa rota
Te entregaste a las cartas
Del abismal destino.
Y en la profanación del tiempo
Se extrajo tu cara
Manchada de años fuertes.
Ya ni el nombre te alcanza
En el ser reconocido
Y los frágiles navíos
Que llegan del norte
Otorgan a tu ciclo
Las manías artificiales.
Macabras manías artificiales.
No es tu rojo
El rojo de la sangre
Que intenta calentarse
Así misma.
Y ni las manos son tus manos
Que ocultan el chorro
Que llueve y muere
En el desierto que se fue,
Hay aire gris a tu alrededor.
Ni te esperas la cadena
Que se juega y finge
Saborea los mares ácidos
De tu libertad.
No esperas la cadena
Que condena la silueta
De tu cuerpo.
Hoy es momo
El rey del ruido alegre.
La fragancia del despierto sonido
Que da color al cemento.
Es el que suelta los eslabones
De tu prisión,
Da risa a tu tristeza
Libera a tu maldita alma solitaria
Del disparo que todo lo apaga.
Calles negras.
El riesgo es alto
Cuando de la pestaña
Se pide un deseo.
Se corre el peligro
De morir en el intento
Y marchitar la flor
Tatuada en el abdomen.
Las calles negras
Ya no se caminan
Y los bares se llenan
Cuando el fútbol
Como recurso
Como cañón que dispara
Estrella la bola
En la cien de los
Desahuciados.
No todo es lo mismo
Hasta el piano
Que cae del séptimo piso
Ha mutado.
Y las lagrimas
Del payaso tristón
Secaron en el intento
De ser escuchadas.
Se viene el polvo
Y la respiración teme
Las cabezas se esconden
En los agujeros
Y nada se escapa.
Hay olor a carne fresca
Y los tiburones muerden.
Las calles negras
Van pintando a su gusto
Los paisajes que eran colores.
Y siembran la semilla
De la sombra fértil.
En la tierra, pocos quedan.
Caparazon.
Entre estallidos de sangrientas diferencias.
Entre violentos soplidos
De daninos vientos con euforia, asesina.
Entre hirientes tempestades
De individuos literalmente ciegos.
Entre peregrinages de muertes y espantos.
Entre vocablos insuficientes y macabros,
Sigilosamente, anda gestandose
Un caparazon...
Cinco preguntas.
Cuatro respuestas.
¿qué nota el galardón entre la agonía
Que producen los fracasos?
Puntos suspensivos.
¿qué nota el gallardo
en la inercia vespertina
o retronecesidad del hambre?
Un acuario de ballenas cristalizadas.
¿qué nota el viejo sabio
en su hora apocalíptica?
Una condecoración de intrépidos aplausos
Y discursos disociados entre la muchedumbre.
¿Que nota el anotador
de los que se expresan
y poco dan a entender?
Símbolos y ruidos.
¿Qué nota usted?
Cinco tuyas.
I.
Se niegan y es posible.
Los tendones del mundo
Mueren.
Los carteros y las moscas
Del sol del mundo
La entrega los avispones
Y el nido de los
Des-solados,
Trémulos infragantis
Son el episodio.
II.
Si las cosas...
No, no silencies
Hoy es mío el error.
Contrapuse al insomnio
de los idiotas
de las deudas
Al deseo de los sin pies.
Me recompongo de calesitas
Sin posturas armamentistas
Solo animalescos simbólicos.
Es el carnaval
Del tiempo.
Lloremos.
III.
Hoy la ciencia
Nos saca el polvo.
Guardamos algo
Del orden rutina.
Aquí se escapa
El comprobable,
Es visible.
Saquen hipótesis
Y luego desarrollen
Mendigos pintados
Con acuarelas,
Sofismos escurridizos.
De puntillas afinando
El facón de la muerte.
IV.
Aflora el reflujo
De los vuelos sanitarios.
Retorna el cromo-metal
De los tele-enjaulados.
Será esta nueva cultura.
Se conglomeran
Los homoinsipiens
Y se hacen maza.
A voz paradigma te hablo,
Hace tiempo que no se te escucha.
V.
Cantatas en los pueblos
Con letras semiordinarias,
Traías en la bolsa
De los mandados.
Yo recogí tu esfuerzo,
El tendencioso
Capitán rescate
Alentando al auxilio de tu voz
Ronca de cigarrillos.
Como me rio del mar.
Mira, mira mira
Como me rio del mar
Del mar hediondo
Del mar que se las traga
Intenta nutrirse de mí
Como me rio
Le rasco dedos en los ojos
Me traga
Me escupe
Son mis cosquillas
Es mi pimiento
Enfurece.
No puede
Que risa
Adiós.
Cuatro tuyas.
I.
Las tentaciones
que ofreces
Son puras mutilaciones.
Entregas de mares secos
Arenas y locuras
Que se asemejan a los dolores.
Transes inocuos
Del crecimiento.
II.
Es el periodo
Más perfecto.
Es año que junta
Palomas y cuervos.
Él sin desengaño
Y los ojos tristes
Del mendigo de la esquina.
Esquina demolida.
Esquina de shoping.
III.
Como tu voz me llega
Es, diría, derriba mis fuertes.
Es, diría, el gran día blanco.
Es la sonata de los sordos
Para sordos.
Para lobos viejos.
IV.
Enfermizo!!!
Grito la partera.
Es niño raro.
No llora el chirlo
Sus lagrimas no responden.
Probemos el clavo
La aguja el cardo.
Y ahí nace el agua
En sus ojos.
No resistió tal examen.
Su brote es precisamente
El comienzo del mundo.
Una lagrima que cae
Inducida por el daño
De un sabio recurso amparado.
¿Qué ilusos dibujan mi cultura?
Si la gota que surge
Es el sello.
Es la impresión
De una bien enmascarada
Respuesta a unos cuantos
Desahuciados.
Detalle de chocolate.
Una mañana
Fue temprano.
Al despertar
Y en ausencia
De negocio
Me puse a tallar.
Yo tallaba
En chocolate.
Y tu cuerpo copie. Perfecto.
Pero otra mañana
No tan dulce
Como aquella
El calor lo complico.
Ya no eras la misma
figura que tanto asombro.
Eras mas bien
Un desastre de chocolate
Que atentaba
Contra toda
Forma bella.
Y te tornaste
Incomible.
Resistible.
Ya no pude soportar
Volví a intentar armarte
Y comprendí el final.
Efímera desilusión.
Prendiste el incienso
De los orgasmos siniestros,
En la cúpula de los tiempos frenéticos.
Niña fuerte de la calle
Te envío la flor,
Sin olor, que ofrece mi amor
En esta temporada.
Siete son los capítulos
Que ofrece esta historia
Y todavía, no desenlaza.
Niña parricida, de frío temple,
Poesías de cloaca son tus salientes.
Como estigma,
Te lanzo al desnudo.
Y después... te arrojo la lanza.
Ya no hay tiempo,
Se consumió el aroma.
Niña fuerte, guarda tus lagrimas
No odies.
Ya, la efímera desilusión
Que experimenta mi alma
Te ha olvidado.
El amor ha vuelto.
El brote de amor resurgió en la mansa corriente de las rutas que llevan al alivio.
Si, ahí en el monte plano donde todo se alcanza a divisar.
En la copa mas alta del árbol que muestra lo lejos.
En el punto aparte del desorden.
En la cabaña del abuelo que espera con el fuego encendido.
En el suave colchón de plumas que enternece la caída.
En la vida. Si en ese verbo tan sofisticado.
El desconsuelo cosmo-agonico.
Te busco.
Trepo los universos.
Esos que se expanden en teorías,
Solo huellas se marcan en los vacíos espacios.
Restos, deshechos se mezclan,
Y soles enigmáticos lloran lentamuerte.
Las huellas:
Constelaciones fugitivas,
Fábulas mitológicas,
Creencias desatinadas.
(Se graban en cristales).
Te busco.
Trepo en estrellas.
Esas que me sacan vida con su fuego.
Y todo pareciera un entero desconsuelo,
Eterno y cosmo-agonico.
EL DESCORAZONADO.
I.
Hoy el corazón exploto.
Ya no hay...
Sí, ese trozo.
Pobre de el, que tanto le adjudican.
Ahí esta el amor, dicen...
Los necios trotamunditos.
Hoy exploto y trae la expansiva.
Se murió el automatismo,
Y con ello se va el latido,
Lento o apresurado, según suerte.
Hoy el corazón exploto,
Y mancho de verdades
Las paredes de la cultura,
Y a ciertos hombres-fuertes
Que sujetaban dicha postura.
II.
Aquí esta el hombre sin corazón.
Sí, el del corazón
Explotado.
Aquel alguien
Que enseño con sus manchas.
Aquí anda el necio
Descorazonado.
Vagando por calles
Que padecen el des-amor.
Observando la filosofía de la desesperanza,
Que se vende en los bares.
Contemplando el suave abismo
Que hipnotiza con su falso abrigo
A los tristes des-abrigados.
III.
Sigue el hueco implantado,
En el hombre consumado.
Alza las manos
He implora al respiro,
No se corte.
Tan solo lleva varias vidas
soportando
El yugo del vacío.
Pide a gritos:
La cebolla de las lagrimas
Se suspenda!!!
Que se llore en serio a los dolores!!!
Que no son pocos y merecen...
IV.
Ahí camina: EL DESCORAZONADO
Gritan en los pueblos y ciudades
Los ciegos de fríos corazones.
Mírenlo, lleva varias vidas vagando
En su vacío.
Anda buscándose adentro
El tonto malherido.
V.
No los mires, me digo.
Solo dale de tus lagrimas
Al que acepte el desafío
De mojarse sus mejillas
Con el agua de tu río.
VI.
Solo pocos atrevidos,
Le pelean al miedo
Se reafirman en lo nuevo,
Y comienzan el camino.
VII.
Se rocío y conviértete en río. Recorre todos los posibles y lucha con los contrarios aunque difícil.
No te entregues, no te rindas en excusas de descansos eternos.
Recorre el polvo de la vida sacando del camino las trampas que se fabrican.
Fluye desetiquetando, desalineate de los modelos y vuelve. Será todo muy diferente.
Salta las represas, no las destruyas. Solas desvanecerán y posiblemente te sigan.
Vacíate y volverás a ser útil, como lo es el vaso antes de cada llenado.
Se río y corre, no te detengas, no te estanques con la mediocridad.
Se río y sueña, salpica con tus fuerzas a las utopías y revívelas en cada puerto.
Se río y domina a las corrientes que te absorben.
Se río e impide que el frío congele tu recorrido.
Se río a tu manera, inténtalo.
Piensa ------------ EL DESCORAZONADO...
VIII.
Pero si ya anda lejos.
Mas lejos de lo que se puede.
Anda de constelación en constelación.
Se estremece en casiopea
Y desayuna medialunas de oro en orion.
Se sabe lejos y no lo asusta,
Pues lleva consigo a sus dioses de dulce de leche
Y medallas de menta,
Que en cada puerto fue ganando.
IX.
¿Dónde anda EL DESCORAZONADO?
Pregunta ojos verdes.
Suelo escuchar de el en las veredas.
Me intriga el intrigante desafío
De desarmar.
Aquí traigo los pinceles,
Esto va de acuarelas.
Y sí en eso colorido
Se despliegan dos figuras,
Pues que sean las nuestras
Las que den el disparo
De largada en el mundo-pintura.
X.
¿Serán ecos del pasado?
Los que resuenan del sin corazón.
Se preguntan los corazonados.
Aquellos fríos que se cargan de apócrifos.
Pues son los espejos
Lo que hoy nos han quedado
Y es triste saberse vacío aunque acompañado.
¿Dónde andas descorazonado?
¿Tu corazón ha explotado?.
El extremista.
Soy y no soy lo que creo ser
Por que muero y doy vida
En cada poesía
Por que amo y no sé
Lo que es amar.
Por que en los roces del amor
Soy una frágil mariposa
Y una fiera hambrienta
Capaz de lastimar lo suficiente
Como para quitar vida.
Por que grito cuando no hay que gritar
Y me silencio inoportuno.
Por que lloro en lo festivo
Y me río en los velorios.
Por que llego tarde
cuando se me reclama
Y me adelanto sin ser llamado.
Por que corro cuando no estoy cansado
Y no lo hago en buen estado.
Por que odio al sol
Cuando hace frío
Y lo amo acalorado.
Por que escribo cuando no quiero
Y desaparezco inspirado...
El hombre.
El hombre hecho raíces
lazos de sangre no incestuosos
en genoramas correctamente auténticos
de coproducciones poetas lascivas
e intensos focos luminicos
en pastizales pre-nietzschianos.
Son profusos diafanismos de pancartas
en repudio al disolutivo diablo.
Son estatuas arropadas
en un muy fino cartón corrugado.
Son marcas visualmente pecaminosas
disfrazadas en iglesias decoradas.
Las condenas culposas.
Las conductas impúdicas.
La sangre sigue escupiendo tormentos
inundando.
El muro.
Tan solo un muro.
Delimita al hambre del pavo asado.
Secuencia al estrépito abismo
Del nervio eléctrico de la sed.
Destiñe a los trapos de las alzadas
Y embriaga en una mesa
A los tiranos.
Llega el sacudón de un pueblo en ruinas
Y acompaña la guadaña su movida.
Hoy la muerte los viste de negros colores
Y ausencias de arco iris.
Se mueren alegorías y valores
Se derraman las tristes colonias
Sobre las tierras de los afligidos
Y la espada de la resurrección
Parece oxidarse,
A la espera del consciente
“hombre”
Colectivo.
El pensamiento.
Es de fuentes y pájaros
De brisas cálidas
Y amores de recuerdos
Es de amores y no amores
De duelos y olvidos
Es de mordiscos necesarios
Y de pelos en la lengua
Es de incómodos
Y cómodos pensantes
De peldaños y acertijos
De lombrices de otros cielos
Y de cartuchos de cien balas
Es de tristes y aburridos
De sabios y porquerías
De llantos secos
De gritos secos
De muertes secas
De vidas en sequías
Es de todos
Es de nadie
Es tierra
Es fuego
Es agua
Es aire
Es trecho y trémulo
Es cántico y asombro
Es dulce y amargo
Es espina y río
Es de coliseos
Es de museos
Es de bibliotecas
Es de santuarios y bañaderas
Es de pobres necios
Es de asesinos
Es de pulcros y podridos
Es de justos y arbitrarios
Es de trampas admirables
Es de látigos y animales
Es de hadas mezquinas
Es de duendes perversos
Es de fantasmas amigables
Y de padres fantasmas
Es arena
Es polvo
Es la crisis o el comienzo
Es la esencia o decadencia
La tendencia a ser esclavo
Es el clavo
Es sostén
Es la maza
Es el alimento
Es el dueño
Es patrón
Es la farsa miserable
De creeernos hombres.
El sitio desesperanzado.
Me imagino asiduo,
En el territorio nefron.
Si solo una porción del mundo supiera,
Cuanto suicidio escondido se permite.
Cuanta poca fuerza,
Acompaña a la preservación.
Me imagino asiduo,
Y observo cuanta desesperanza.
El tiempo.
Hay meses
Que hacen
Las veces
Y años
De desengaños
Que quedan atrapados
En la red de las memorias.
Hay décadas
Que nutren y siglos
Que se afligen
Por desperdiciar
Los días en horas
Tristes y muertas.
El tiempo ríe
El tiempo llora
Y nosotros junto a el
Nos reconocemos.
En la noche de la distancia.
La esponja se escurre
Tibios alaridos
En la noche de la distancia.
La obra mas oscura
De mi tiempo.
Se dice noche
De fétidos orgasmos
Anclas mayúsculas
Inclinadas en hambrientos
Dragones apagados.
Vetustas somnolencias
De carencias.
Catástrofes.
La esponja se escurre
En lo borroso
En la noche de la distancia.
Fonasterio.
Iracundo el viento,
De trazaba sobre la pendiente de sueños.
E intrépido saltaba las cornisas
En recuerdo de un fuego glorioso.
Condenado en el momento
Detuvo su viaje sin destino
Y soplo su ultima alivio
Sobre la aparición de un eco tardío
Repleto de olvido.
Hay un hombre...
Que pena que te vayas
No sabes todo lo que queda.
Hay muros vacíos esperando tu nombre
Y trueques que intercambian
Fuego por besos.
Hay circos y monerías
Que justifican lo absurdo
Y hay un hombre...
Tribializando métodos
En la autopsia de un cuerpo
Que niega el deceso.
La aurora asertiva
Solos en una noche
Trenzados en eso que algunos
no creen
Solos desafiando
La anulación que provoca
el miedo
eras mi andrea de la playa
De los sueños.
Grande y esbelta.
En sordos matices
De un paisaje escena.
Formas prolongadas
Ancladas en el cielo-estrellas
Pasajes de un tiempo a otro
Y luceritos payacescos.
Decenas de sonidos
se hablaban en lo nuestro
y se dejaban en el viento,
Tren de carga que los viajan.
Solos en una noche
Que ya no era noche
La aurora nos vestía
Y transmitía en su mas
Estruendoso comunicado
La presencia de dos formas arenescas
Unidas de la mano.
Los trípodes.
Son los trípodes
Que sostienen
Las cámaras.
Aquellas que prensan
El tiempo.
Fantasean con lo inmortal.
Yo me pregunto
¿Dónde esta el mío?
Siento, me caigo.
En este cuadro de dolor,
Síntomas de lluvias y tortas fritas.
Juego con la idea:
Sacarme los zapatos
Malos zapatos que dan llagas.
Que molestan.
(Se camina).
Y la abuela grita desde el fondo
El comienzo de la cena familiar.
El comienzo de la boda de los tontos.
Tiempos de jaulas
De mariposas con yute en las alas.
Hola ojitos.
Que hacíamos encerrados
En las boberas,
En las cuchas
De las momias petrificadas.
Espanto de una época
Rostro de polvo.
Estúpidas costumbres
De inventivos métodos
Preservativos.
Decime ojitos
No será que en el mundo
Hay tanta mierda
Cuando mierda somos.
Dale veni, vamos a caminar.
No alcanza.
Con tantos aplausos
No se hoyo
El verdadero
Aplauso.
Con tantas risas
No se hoyo
La verdadera
Risa.
Con tantos gritos
explotaron
mis oídos
con solo mirarte
con solo mirarte...
no alcanza.
No importa si ya es tarde
No importa sí el reloj
Marca el tiempo detenido
En una historia que se resiste.
Nada importa.
No importa si el olfato
Trae el recuerdo, aunque duela
O sí la brisa de una cálida mañana
Rosa mi cuerpo desnudo
Frente al mar que contemplábamos
Durante horas.
No importa la humedad de mis lagrimas
Que parecieran no secar jamas.
Nada importa.
No importa el nunca más
Que nos imponemos
Ni la farsa cercanía que nos abraza
De manera insólita.
No importa la fantasía de unión
Que nos seduce
Ni el espeso olor nauseabundo
De la lejanía.
Ya nada importa
En estos días de tanto duelo.
(Hoy es unos de esos días, vos sabes).
Noches de dolor.( a Verónica)
Largas son las noches de vigilia,
En busca del fantasma que ofrezca amor.
Largos los pensamientos
Que dibujan tu hermoso rostro
En mi fría almohada larga.
Que duro nos juega la vida
En épocas de inevitable soledad,
Pero que bello, resolver.
¿ Cómo olvidarte?
Sí todavía el eco de tus latidos
Retumban al unísono en la oscura habitación.
Si, te encuentras mas lejos
De lo que mi pobre conciencia
Se anima a captar. Eso duele.
Que duro a veces. Que bello resolver.
Que no se fusile al encuentro.
Encuentros.
Encuentro de aguaceros
Que tiemblan las calamidades
Del mundo.
Encuentros de dogmas
Que luchan su muerte.
Encuentro de estrofas
Que parten a su exilio.
Encuentro de amores
Apacibles y desmesurados.
Encuentro de nuevos vocablos
Que expresan un año de cotillón.
Encuentro de seres cartulinas
Que indagan el postre
Y soterran las frases que duelen.
Encuentros cautivos
De embriones atados.
Encuentros de copias fieles
Encarnadas en retazos del tiempo.
Encuentros de imperios
Bajo el polvo del mercado salvaje.
Encuentros inéditos
Con razones incluso sacrificios.
Encuentros postulados
En afiches sin errores.
Encuentros de manchas lívidas
Que sumergen en su aventura
A los mansos labios de la mujer perfecta.
Encuentros de intrépidos
Desvergonzados e impúdicos.
Encuentros de tristes desencuentros
Que oscilan entre paraísos
E infiernos mal gobernados.
Encuentros de hambrientos mendigos
Y niños del asfalto.
Encuentros de pudientes
Malheridos y fracasos envasados.
Encuentros de fríos nocheros
Y nieblas que obligan al amparo.
“Que no se fusile al encuentro”
Sos vos.
Esa manía rebelde
La de tu pulover
Arriba del sobretodo
muestra
esa manía sincera
de poner en vista
el todo en movimiento.
En tu vida no existe
El agua estancada
Y mucho menos
El vencimiento.
Nada te hunde
En el fango del ciclo.
Nada se muere en tus manos.
Nadie llora el descontento
Que trae la vida
Bajo el brazo de palo
Que reemplaza al perdido
En alguna guerra.
Esa manía. Sos vos.
Tango para el recuerdo.
(negro se me salió un tango y me preocupa)
Seguiste el caminito de migas
Que conduce al tango mas triste.
Y entre copa y copa
Lagrimeabas tantos años
De soledad.
Un empujón salía al rescate
Y en el tren del escape
La alegría que fingía ser sincera
Peleaba a la verdad.
Ya no te sale un grito
De esa boca transera
Sin un trago fuerte
Y las minas que provocan ilusiones
Son desilusiones en tu realidad.
Que te pasa che hermano
Con la vida
Si en tu cara la alegría era dueña
Y en el canto que ofrecías
El destino, amigo, savias llevar.
No te amargues con tonteras
Que la vida es savia
Y si sos de buen ojo
Encontraras la carretera
Que te lleve a donde eras
Buena espuma pa frotar.
Tania.
Sí, lo sabia.
En tus ojos se refleja
El mundo de los males.
Amada Tania
Si tu figura acciona tal deseo
Eres tu.
Sumergida en frías heridas
Fuiste vencida!
Pero sigues siendo historia viva
En el universo de los muertos.
Hoy aletargado es el tiempo
Que parece adormecer,
Pero se adueña de tu esfera incierta
Cargándonos de preguntas.
¿Dónde es que nos fundimos?
¿Dónde se unieron nuestras almas?
Que presurosas
Escaparon de nuestros cuerpos
Infectados de tanta muerte.
.
Tu bofetada.
No hubo argumento
Mas importante
Que el que ofreció
Tu bofetada.
Fue como el rayo
Que aterriza en la cabeza
Y cambia. Aunque sea
Los pelos.
Tus pertenencias.
(a Guadalupe 14/08/2001)
Lentamente retiraste tus cosas.
Tus pertenencias.
Y el viento me trajo
El dolor de una despedida que temo.
Fueron días de distancias
De silencios imprudentes
Que se escuchan en los oídos
De un triste hombre
Que sueña despierto
El dulce sabor del amor.
Afuera la lluvia
La humedad que duele los huesos
Y el corazón se contagia.
También es la humedad
De las lagrimas
Y las notas tristes.
Mañana es otro día
Quizás de paraguas y pertenencias.
Una escena, dolor.
Cae el manto...
La intrínseca polvorina.
La rayada trama dorada.
En el cielo apoyan
Las palomas manchadas
Y en el cuadro vacío
Los algunos atrevidos.
Se dejan los truenos
Y trenzan las respuestas
Vapores de formas ambiguas.
Se truecan los retazos,
Microelegantes filtran
En las pasarelas infernales.
Y punto final.
Ya sin palabras es el mundo
Quizá resabios de imagines,
Difusas imágenes de invenciones.
Maquinarias automatizadas
Sin almas,
Sin problemáticas mundanas.
Quizá la patada de asno
Que logre despertarnos
Del propagado sueño.
Quizá el despegue adecuado
Para inadecuados voluntarios.
Una isla de preguntas.
¿Como no escribirte que te amo?
¿Como no reconocer el amor
Que tus poesías impregna en mi alma?
¿Como no soñar tu música
En esas noches que no estas al lado mío?
¿Como no llorar tu lejanía
Cuando el encuentro
Pareciera haberse desvanecido
En la niebla oscura
Que tiñe la vida
De amargor?
¿Como no reírle a la savia
Abuela que da consejos
Desde el balcón
Que se halla entre el cielo
Y la tierra?
¿Como no gritar la bronca
De no saber lo que deseo saber?
¿Como no mojar la almohada
De tristes gotas ensangrentadas
De tantos callos?
¿Como hacer para olvidarte
Cuando no quiero?.
Lunes 21 de agosto de 2001
.
Zuzana.
No son las vocalizaciones
No es el estepario imaginario
Que consuela la suela de la vida.
No son pormenores delincuentes.
No son las cartas de lo naipes pesados
Que hediondos de olores
Impactan en reflejo
Los espejos que devuelven
No es el trio-cosmos
Ni la ambivalencia de las preguntas.
No son meses de disfraces
No son las disolutas frases de reyes del whisky.
Soy yo !!!
De simples simbolismos desenmascarados
Que en épocas de aulas
Sudando desasosiego
Estrecho él despliego.
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